Fuente: elEconomista

El mercado inmobiliario español ha entrado en una fase sin parangón en la historia reciente. En las últimas décadas, no se había observado un desajuste tan grande entre la creación de hogares y la terminación de nuevas viviendas. El desajuste es tal, que un alto miembro del Banco de España ha admitido que nos encontramos ante una situación inédita (haciendo referencia al desajuste entre nuevos hogares y nuevas viviendas) en el mercado inmobiliario español. Este desequilibrio está llevando a que los precios de los inmuebles suban con gran intensidad (pese a que los precios llevan ya subiendo 10 años), a una velocidad superior a la de los salarios (algo que ya sucedía antes), dificultando la accesibilidad a la vivienda en las zonas más demandadas. La situación es ya de por sí compleja y parece no tener remedio a corto plazo, puesto que las casas no ‘brotan’ de la noche a la mañana como las setas. Pero lo que es peor, no parece haber una solución creíble tampoco en el medio plazo. Aunque la construcción de nueva vivienda parece estar repuntando, no lo hace (ni parece que lo vaya a hacer) al ritmo necesario para cubrir siquiera la nueva creación de hogares (no hablemos ya de la demanda real de vivienda). Se lleva hablando tiempo fenómenos como la ‘Gran Dimisión’, la ‘Gran Rotación’ o la ‘Gran Jubilación’… quizá ha llegado el momento de empezar a hablar del ‘Gran Desajuste Inmobiliario’.

La vivienda acumula más de diez años de subidas de precios ininterrumpidas. Además, este auge de los precios ha acelerado en los últimos trimestres, lo que deja entrever que la tendencia aún podría tener recorrido. El último dato muestra que el precio de los inmuebles subió un 7,8% interanual en el último trimestre. ¿Qué está pasando en la vivienda? ¿Por qué si suben tanto los precios no se construyen más inmuebles o se concede más crédito para nuevas planificaciones? Para comprenderlo resulta útil echar un vistazo al pasado más reciente donde se encuentran muchas de las respuestas.

El mercado inmobiliario español ha sufrido un ‘efecto péndulo’ que no ha hecho ningún favor a la economía. La burbuja engendrada entre 1999 y 2007, alimentada por un exceso de crédito y una demanda insaciable por la vivienda, desembocó en una crisis que azotó a España con mucha mayor fuerza que al resto de Europa. Desde entonces, la construcción y el inmobiliario no han llegado a recuperarse. El miedo a repetir los errores del pasado y unas regulaciones más estrictas (concesión de crédito a promotores, por ejemplo) han llevado al inmobiliario a la situación opuesta de entonces: de levantar viviendas como churros, a no cubrir ni el crecimiento de los hogares. Un nuevo trabajo realizado por Aniceto Zaragoza y Ramón Ibáñez, y publicado por Funcas, explica a la perfección lo acontecido entonces, lo que está sucediendo ahora y lo que puede venir en el futuro.

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