Fuente: elEconomista

La pérdida de peso a nivel global de la economía española parece imparable. El escaso crecimiento demográfico y el nulo avance de la productividad parecen condenar a España a ocupar un papel cada vez más mediocre en la escena económica internacional. Todo hace indicar que tras ser superada por México este año en PIB a precios corrientes, ahora le llega el turno a Indonesia, que rebasará a España en ese mismo indicador gracias a un fuerte crecimiento de la población y de su PIB total.

Así lo revela la nueva publicación del think tank británico Centre for Economics and Business Research (CEBR) titulada World Economic League Table, en la que se analiza la evolución del PIB de las diferentes economías del mundo para el corto, medio y largo plazo. Dentro de estas previsiones destaca el sorpasso de la economía de Indonesia a la de España, que quedará relegada al puesto decimosexto del tablero mundial.

De este modo, España quedará fuera del grupo formado por las quince economías más importantes del mundo. El dato aislado es algo anecdótico, pero si se analiza con profundidad (echando la vista atrás) se puede ver el drama que vive la economía española desde el estallido de la crisis financiera de 2007. Más de dos décadas pérdidas en las que los recursos se han concentrado en sectores poco productivos, no transables/exportables (los años de la burbuja se destinaron grandes recursos a la construcción de vivienda) y que no fueron aprovechadas para implementar un cambio del modelo de crecimiento real. No obstante, como punto positivo cabe destacar que la economía española es hoy algo más competitiva y consigue crecer sin generar desequilibrios. Aun así, cuando se observa la panorámica, la vista es decepcionante.

  • La caída de España en el ranking global

Echando la vista atrás, España llegó a ser la octava economía del mundo entre 2004 y 2007, pero tras la crisis financiera, otra crisis de deuda soberana (que casi se lleva por delante el euro) y la dura recesión del covid, la economía nacional ha caído casi a la irrelevancia, superada por países emergentes (que presentan un crecimiento de la población más alto) y desarrollados (que se han comportado mejor en términos de productividad). El crecimiento de España en los últimos 20 años ha sido prácticamente inexistente.

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